En 1934, la Universidad Popular Segoviana cumplió la aspiración de publicar su propio boletín, al que se dio el nombre de Universidad y Tierra. Su número 1, correspondiente a enero-marzo de ese año, comienza con unos propósitos en los que se declara como una publicación de estudios segovianos, nombre que tomaría quince años después su sucesora, que además heredaría el formato de página.
A su vez, la UPS, que ya había publicado entre 1928 y 1929 la revista literaria Manantial, reconocía el mérito de dos precedentes de Universidad y Tierra, las revistas Castilla (1917) y Cultura Segoviana (1931-32), fundada y dirigida por Celso Arévalo.
En su declaración de intenciones al iniciar la nueva andadura, los profesores de la UPS afirmaban:
Naturaleza, Historia y Arte enriquecerán estas páginas, que serán archivo de la tierra, exhumación de lo olvidado, valoración de lo propio, centro de investigaciones y boletín social.
Universidad y Tierra se imprimía en la imprenta de Carlos Martín Crespo, a quien el periodista Carlos Álvaro ha considerado «el impresor de la República» por la intensa actividad que desarrolló especialmente en ese periodo. Para su edición se empleaba un papel satinado que permitía una gran calidad de impresión de las reproducciones fotográficas y se estrenaron tipos Garamond.
Tras ver la luz los números correspondientes a 1934, la publicación de Universidad y Tierra se interrumpió en 1935. Al retomar la labor en 1936, los editores pedían comprensión a los lectores:
Téngase presente las dificultades de toda clase, principalmente económicas, conque tropieza una labor como la nuestra, en la que el entusiasmo de unos pocos tiene que suplir la falta de ayuda de un sector numeroso, que nuestro radio de acción es necesariamente reducido.
El golpe de Estado de julio de 1936 y la Guerra Civil que le sucedió interrumpieron la edición del boletín de la Universidad Popular Segoviana, que no se retomaría hasta 1949, diez años después de finalizar la contienda y ya con el nombre de Estudios Segovianos.
Los cinco números de Universidad y Tierra han sido digitalizados por la Biblioteca Pública de Segovia, a la que agradecemos la iniciativa.